Este jueves concluye el plazo para depositar el voto a distancia de los comicios del 23-J y Correos se afana en dar el último empujón al proceso, teniendo en cuenta el récord de peticiones de esta convocatoria, de 2,6 millones, el doble que en abril de 2019. A primera hora de ayer, aún había unas 280.000 personas que todavía no habían acudido a las oficinas postales a por la documentación para ejercer su derecho, por lo que 654 de ellas permanecerán abiertas hasta las 22.00 h y las demás mantendrán los horarios ampliados establecidos la semana pasada.

Estas personas no fueron localizadas por los carteros en sus domicilios o en sus lugares de estancia durante estos días -muchos están de vacaciones-, cifra que contrasta con la de 2.342.430 personas que habían recibido ya en mano los papeles. «Ningún ciudadano que lo desee se quedará sin votar», dijo la compañía en un comunicado, que insistió en que si hoy llega la hora de cierre de los centros y hay gente esperando, el personal los atenderá a todos, «hasta que se deposite el último voto por correo». Hizo, de hecho, un «llamamiento» expreso para movilizar a los electores.

La empresa pública no ha facilitado, en todo caso, el número total de personas que han depositado sus votos de forma efectiva. El sindicato CCOO, que el martes acusó a la dirección de «imprevisión», «incapacidad» y nefasta gestión», aseguró que ayer quedaban por hacerlo unas 430.000 personas después de que otras 400.000 lo hubieran hecho en solo 24 horas. Esto significaría que un 83% de aquellos que solicitaron el sufragio por correo para estas elecciones habían votado ya, porcentaje que previsiblemente crecerá hoy. Pero no hay cifras oficiales al respecto y tampoco se descarta que a última hora se decida una ampliación del plazo.

El Partido Popular, por boca de su secretaria general, Cuca Gamarra, abundó en este punto y pidió a los electores que no se encuentren cerca de la oficina a la que tendrían que ir a por su documentación y para votar «que se pongan en contacto con Correos y que se le reexpida a otra oficina». La dirigente lamentó que la empresa no esté dando «una información precisa» y que está en juego «el derecho fundamental de votar de más de 300.000 españoles».

«Pedro Sánchez ha elegido una fecha llena de dificultades porque hay mucha gente de vacaciones y españoles disfrutando de un puente. Pero media hora de playa puede significar que te quemes cuatro años», advirtió. Por su parte, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, instó a Alberto Núñez Feijóo a pedir «perdón» a los trabajadores de Correos y a la ciudadanía en general por la «intoxicación masiva» que ha tratado de sembrar por el voto por correo. Acusó a la «familia ultra del PP y Vox» de «tratar de sembrar alguna sombra» sobre el proceso.

Precisamente, Vox solicitó en varios escritos a la Junta Electoral Central (JEC), entre otras cosas, que aquellos que han pedido el voto por correo y se queden sin votar puedan hacerlo el próximo domingo en urna con los demás electores, algo que la ley no permite. «Podría quedar alterado gravemente el resultado electoral», aseguran. El órgano se pronunciará hoy.